Desde hace mucho tiempo quería visitar el Potager du Roi en Versalles y elegí el Hôtel la Residence Du Berry solo por esa razón. Sin embargo, me sorprendieron gratamente los servicios ofrecidos por el hotel. Me encantó el desayuno continental tipo buffet que se sirve en la veranda, con una amplia selección de deliciosos productos. Además, disfrutar de una copa de champán en el bar del hotel fue un detalle encantador.

Las moquetas de los pasillos podrían estar más limpias. La cama era muy estrecha aunque era cómoda.

La habitación era pequeña pero limpia y con todas las comodidades, desayuno en habitaciones pequeñas pero muy bonitas y comida de buena calidad. Muy conveniente ubicación.

Habitaciones sorprendentemente nuevas y desayuno gratis. Las vistas a la ciudad. Ubicación perfecta y con fácil acceso a una catedral y un palacio a un par de minutos andando del hotel. Un servicio estupendo, un restaurante muy bueno.

El cuarto de baño era muy pequeño.

La ubicación ideal, a pocos minutos del Palacio de Versalles y con varios restaurantes cercanos para comer bien. hay un pequeño supermercado y la estación de tren Rive Gauche muy cerca. Fácil moverse por el centro de la ciudad, el palacio y el alojamiento. Habitaciones pequeñas pero limpias y confortables. Personal amable.

Me sentí muy seguro, no tengo ninguna pega.

La posición de la estructura de acceso al Palacio Real. Muy buen desayuno a un precio asequible.

El ascensor es pequeño.

Fantástica habitación con bonitos muebles. Hotel céntrico y muy cerca de versalles.

No estacionamos, pero nuestra suerte fue que no pagan los domingos, así que al llegar el sábado por la noche, no tuvimos problemas para estacionar en la calle sin gastar una fortuna.

Ubicación ideal cerca del Palacio de Versalles. Restaurantes cercanos con excelente comida.3. Pequeño supermercado cerca.4. Estación de tren Rive Gauche a pocos minutos.5. Fácil acceso al centro de la ciudad.6. Habitaciones limpias y confortables.7. Personal amable y servicial.8. Desayuno gratis como compensación.

Un hotel agradable y acogedor, disfrutamos jugando al billar.

La habitación era un poco pequeña.

Muy agradable, excelente y buena ubicación. Camas cómodas y el billar fue una grata sorpresa. También bueno para visitar París. Fácil de aparcar en la zona.

Nuestra estancia fue una locura! A solo 5 minutos del Palacio de Versalles, así que nos sentíamos como realeza. Además, había un montón de restaurantes cerca para comer rico y un pequeño supermercado para abastecernos. Las habitaciones eran pequeñas pero súper limpias y cómodas. ¡El personal fue súper majo y nos hizo sentir como en casa!

Lo único que podríamos pedir es un poco más de diversión para los jóvenes fiesteros como nosotros. Aunque disfrutamos de nuestra estancia, nos hubiera gustado tener algún tipo de actividad nocturna o una zona común más animada.

La Ubicacion,el trato del personal,el buen gusto con que esta decorado.... Todo Si tengo que poner una pega es que tiene precio de un 4 * cuando es de 3*,con el desayuno te cuesta 160€ la noche

El desayuno y las habitaciones son mejores de lo que aparentemente pensarias cuando llegas a la recepcion,aunque son pequeñas. La directora ( alta con gafas) es muy amable y profesional.

El recepcionista cuando llegamos era muy antipatico.Las habitaciones son muy, muy pequeñas.

El hotel era romántico y se encontraba en un edificio con un estilo elegante. Las habitaciones eran climatizadas y recién decoradas con camas increíblemente cómodas y un baño. Un diseño encantador, un servicio atento en todo el hotel. Además, era fácil aparcar en la propiedad.

Los salones interiores

El tamaño de la habitación, muy pequeña para un 3*

Este hotel en Versailles es una joya escondida en una zona tranquila y encantadora, con una buena selección de restaurantes cerca. La ubicación es ideal para explorar el castillo de Versailles, ya que está a menos de 1 km a pie. Además, las habitaciones han sido recientemente renovadas y cuentan con excelentes camas, lo que garantiza una estancia confortable. El personal es muy amable y el servicio es impecable. Además, el desayuno ofrece opciones más sustanciales, como jamón y queso, en lugar de los tradicionales croissants.

No hay nada que mejorar, todo estuvo perfecto.